4.2.06

El beso



Cuando ella lo vio pensó en cuánto deseaba esos labios y enseguida sintió un rubor que le recorría todo el cuerpo: ella amaba a otro chico que no era él.Pero a pesar de su amor por otro, no dejaba de desear saborear los besos de ese que se acercaba hacia ella para saludarla.

Se dieron dos besos en las mejillas y se fueron con el resto de gente que los acompañaba a un local donde ponían música.

Empezaron a bailar agarrados y ella sin poder evitarlo, le besó. Él sorprendido le preguntó que eso a qué venía.

Ella no hizo caso y siguió besándolo hasta que él sintió las mismas ganas que tenía ella de pasar la noche juntos y besarse hasta que agotados sintieran deseos de parar.

La pasión entre ambos era tal que todo desapareció a su alrededor.

Se acariciaban, se besaban, sentían sus corazones latir con la fuerza de un terremoto.

Sus lenguas se buscaban, sus labios se rozaban, sus manos buscaban rincones ocultos del cuerpo del otro.

Se encontraban, se disfrutaban, se acariciaban, y el tiempo pasaba a su alrededor sin tenerlos en cuenta.

La pasión que había nacido entre ellos hacía que les faltasen manos para tantas caricias contenidas.

Cuando llegó la hora de la despedida, les costó separarse, pero con un beso se despidieron y quedaron con verse de nuevo otro día.

Ella ya no pensaba en aquel a quien tanto amaba porque el amor es algo bonito, no algo que te impide vivir tu vida.

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